Guía Completa para Visitar la Catedral de Sevilla: Historia, Secretos y Curiosidades
La Catedral de Sevilla, también conocida como la Catedral de Santa María de la Sede, es uno de los monumentos más emblemáticos de España y un tesoro arquitectónico que atrae a millones de visitantes cada año. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es la catedral gótica más grande del mundo, una joya histórica que no puedes dejar de visitar si te encuentras en la ciudad. En este artículo, te ofrecemos una guía completa sobre su historia, secretos, curiosidades y todo lo que debes saber para disfrutar al máximo de tu visita.
Historia de la Catedral de Sevilla
La Catedral de Sevilla tiene una rica y fascinante historia que se remonta a más de 500 años. Su construcción comenzó en 1401, sobre los restos de la *Gran Mezquita de Sevilla, que databa de la época musulmana, cuando la ciudad era parte del *Al-Ándalus. Los cristianos decidieron erigir una catedral monumental que simbolizara el poder y la riqueza de la ciudad tras la Reconquista.
De mezquita a catedral
Antes de la construcción de la catedral, Sevilla estaba dominada por una gran mezquita que fue construida entre los años 1172 y 1198. Esta mezquita, además de ser el principal lugar de culto musulmán, dejó en herencia dos elementos importantes que aún se pueden ver en la catedral: la Giralda (antiguo minarete y actual campanario) y el Patio de los Naranjos.
Cuando Sevilla fue conquistada por los cristianos en 1248, la mezquita fue adaptada para el culto católico, pero a principios del siglo XV, los canónigos decidieron construir una nueva catedral sobre los restos del edificio islámico. El ambicioso proyecto pretendía dejar claro el poder de la Iglesia y la riqueza de Sevilla, entonces un próspero centro comercial gracias al comercio con las Américas.
Un proyecto colosal
La construcción de la catedral gótica comenzó oficialmente en 1401 y se prolongó durante más de un siglo, hasta 1506. Según la leyenda, los arquitectos dijeron: “Hagamos una iglesia tan grande que los que la vieran terminada nos tomen por locos”. Y lo lograron. Con sus más de 23.000 metros cuadrados, es la catedral gótica más grande del mundo y la tercera mayor iglesia en términos de tamaño, después de San Pedro en el Vaticano y la Basílica de San Pablo en Londres.
Arquitectura y Estilo de la Catedral
La Catedral de Sevilla es un verdadero exponente del gótico tardío, aunque también incorpora elementos renacentistas, barrocos y mudéjares, resultado de los distintos periodos en los que se llevó a cabo su construcción y reformas.
La nave central
Al entrar en la catedral, lo primero que llama la atención es su impresionante *nave central, que tiene una altura de más de 42 metros. Es un espacio inmenso, solemne y lleno de luz que te dejará sin palabras. Las *vidrieras góticas que decoran las paredes son una de las joyas de este templo y permiten el paso de una luz mágica que resalta la monumentalidad del espacio.
Capillas
La catedral cuenta con 80 capillas en las que se pueden ver impresionantes retablos, esculturas y obras de arte de artistas renombrados como *Francisco de Zurbarán, *Murillo o *Pedro de Campaña. Entre las más importantes destacan la **Capilla Mayor, con su imponente retablo mayor, y la *Capilla Real, donde están enterrados los restos de varios reyes castellanos.
El Altar Mayor
Uno de los elementos más impresionantes de la catedral es su *retablo mayor, el más grande del mundo, con más de 20 metros de altura y 18 metros de ancho. Este retablo gótico es una auténtica obra maestra que representa escenas de la vida de Cristo y de la Virgen. Fue realizado por el escultor flamenco *Pierre Dancart y es considerado uno de los mejores retablos del mundo cristiano.
Secretos y Curiosidades de la Catedral de Sevilla
A lo largo de los siglos, la Catedral de Sevilla ha sido testigo de innumerables acontecimientos históricos, y algunos de sus secretos y curiosidades siguen sorprendiendo a los visitantes.
El sepulcro de Cristóbal Colón
Uno de los elementos más curiosos de la catedral es el sepulcro de Cristóbal Colón. Aunque hay controversia sobre si sus restos están realmente aquí o en Santo Domingo, los análisis de ADN realizados en 2006 confirmaron que al menos parte de los restos del descubridor de América se encuentran en Sevilla. El sepulcro es una de las paradas obligadas para cualquier visitante, con su escultura representando a cuatro heraldos que llevan el féretro de Colón, simbolizando los reinos de Castilla, León, Aragón y Navarra.
La Giralda
La *Giralda, el campanario de la catedral, es uno de los símbolos más reconocibles de Sevilla. Originalmente, era el *minarete de la mezquita almohade y fue reutilizada por los cristianos tras la Reconquista. La torre mide 104 metros de altura y se puede subir para disfrutar de una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad. La subida es relativamente sencilla, ya que en lugar de escaleras, cuenta con una serie de rampas diseñadas para que el sultán pudiera subir a caballo.
En lo alto de la Giralda se encuentra una estatua de bronce llamada El Giraldillo, que simboliza la fe. Este remate fue añadido en el siglo XVI y, curiosamente, no solo es un elemento decorativo, sino que también funciona como una veleta.
El Patio de los Naranjos
Otro vestigio de la época islámica es el Patio de los Naranjos, que era el patio de abluciones de la mezquita. Actualmente, es uno de los rincones más tranquilos de la catedral, donde los visitantes pueden descansar y disfrutar del aroma de los naranjos que llenan el espacio. Es interesante saber que algunas de las acequias originales que transportaban el agua para las abluciones aún están visibles.
El órgano monumental
El órgano de la catedral de Sevilla es otro de sus tesoros. Es uno de los más grandes de Europa, con más de 7.000 tubos. A lo largo del año, la catedral organiza varios conciertos de órgano, lo que ofrece una experiencia única para quienes desean escuchar este majestuoso instrumento en un entorno tan impresionante.
Consejos para la Visita a la Catedral de Sevilla
Horarios y precios
La catedral está abierta al público casi todos los días del año, aunque es recomendable verificar los horarios antes de planificar la visita, ya que pueden variar en función de las festividades religiosas. El precio de la entrada general ronda los 10 euros, aunque hay descuentos para estudiantes, jubilados y grupos. Los domingos, la entrada es gratuita durante determinadas horas, pero las filas suelen ser largas.
Cómo evitar las colas
Una buena idea para evitar las largas filas que se forman en la entrada es comprar las entradas con antelación o aprovechar las primeras horas de apertura, cuando suele haber menos visitantes. También es recomendable unirse a una visita guiada para no perderse ninguno de los detalles históricos y artísticos.
Subida a la Giralda
La subida a la Giralda es una de las actividades más populares durante la visita a la catedral. No olvides llevar calzado cómodo, ya que aunque la subida es por rampas, son 35 tramos hasta llegar a la cima. La vista desde arriba es espectacular y ofrece una panorámica de 360 grados de Sevilla.
Duración de la visita
Para disfrutar completamente de la catedral, te recomendamos reservar al menos dos horas. Si decides subir a la Giralda y explorar en profundidad las capillas y el Patio de los Naranjos, es posible que necesites algo más de tiempo.
Conclusiones
Visitar la Catedral de Sevilla es una experiencia inolvidable que te permite adentrarte en la historia, el arte y la arquitectura de una de las ciudades más fascinantes de España. Desde su impresionante nave gótica hasta los secretos que esconde la Giralda, este monumento no deja de maravillar a quienes lo recorren. Con esta guía completa, podrás aprovechar al máximo tu visita y descubrir cada uno de los tesoros que alberga esta majestuosa catedral. ¡No olvides tu cámara y prepárate para sorprenderte!